En un momento como el actual, donde los combustibles tradicionales alcanzan precios históricos, combustibles alternativos como el del Gas Natural Comprimido (GNC) se van abriendo camino avalados por sus ventajas medioambientales y económicas. ¿Qué es el GNC? ¿Es segura su carga y uso?
El GNC es gas natural igual al que usamos en los hogares, al que se le comprime para aumentar su capacidad de almacenamiento y así ser utilizado combustible en los vehículos. Se trata de una tecnología ya consolidada, por lo que cada vez se fabrican más vehículos que funcionan con GNC, a la vez que muchos vehículos con motor de gasolina son adaptados fácilmente para que se propulsen con dicho gas.
Sus ventajas económicas y medioambientales son varias: disminuye significativamente las emisiones respecto a los combustibles tradicionales, permite un ahorro medio de más del 28% en euro/km respecto al gasoil, el motor de gas natural requiere menor mantenimiento, prolonga la vida útil del motor, etcétera.
A pesar de ello, todavía no estamos acostumbrados a encontrarnos con estaciones de servicio (ES) de GNC, ya que su utilización en España es bastante escasa (57 ES, fuente: 1._European_NGVs_and_stations_Dec_2011 (1)), reduciéndose casi exclusivamente a autobuses y camiones de residuos urbanos (Madrid cuenta con la estación de servicio de GNV más grande de Europa). Lejos quedan las cifras de otros países: 3300 ES en Pakistán, 2000 en Argentina, 1700 en Brasil, 903 en Alemania, 858 en Italia. No obstante, parece que el GNC va tomando impulso y son varios los proyectos que están en marcha.
¿Y qué hay de la seguridad?
Las ES de GNC en su mayoría no cuentan con personal fijo, lo cual no implica falta de seguridad. La estaciones de suministro funcionan de manera segura en automático, y mediante un PLC de control de la planta se realiza la parada segura ante cualquier anomalía (medición de baja o alta presión, aviso de detección de llama, aviso de detección de gas,…). En cuanto a normativa, las ES de GNC para vehículos están afectadas por la UNE60631-1:2008 y por la ITC-ICG 05, que recogen medidas técnicas a incluir en las ES para su funcionamiento seguro.
¿Es el repostaje seguro?
El GNC se reposta a 200 bar – ¡las ollas a presión suelen tener una presión máxima de seguridad entorno a 1,5 bar! – por lo que en principio uno se puede alarmar. Conviene señalar que los surtidores únicamente dejan traspasar gas cuando el conector y la boca de carga están adecuadamente conectados. Asimismo, disponen de un sistema de descompresión del conector de carga, el cual impide que se pueda desconectar el conector cuando existe sobrepresión.
Además, los aparatos suministradores cuentan con un dispositivo de desconexión, conocido como “break-away”, para evitar fugas de GNC en caso de que un vehículo abandone su posición sin haber desconectado el conector de la boca de carga. Este dispositivo secciona la manguera en dos y corta automáticamente el flujo de gas.
Por otra parte, existen pulsadores de emergencia en las cercanías de los surtidores al igual que en otros puntos de la ES, que una vez activados cortan automáticamente el suministro de gas y llevan la planta a una parada segura.
Para finalizar con esta breve introducción a la GNC, deciros que esperamos que esta información os haya resultado interesante. Desde el departamento se nos ocurren diversas cuestiones del GNC que merecen ser analizadas, como la clasificación de zonas de ES de GNC, o la seguridad de los vehículos que están cargados, pero los dejamos para futuras entradas de este blog.