Nos parece adecuado explicar qué es la consignación debido a su escasa, aunque cada día más extendida, implantación en España. Esta escasa implantación se debe a que no hay legislación ni normativa a nivel europeo ni estatal que regule la aplicación de esta técnica.
Los procedimientos de consignación se basan en garantizar que las instalaciones y equipos se encuentran en condiciones seguras durante las operaciones de limpieza o mantenimiento y en que todo el personal afectado por los trabajos conozca la situación de dichas máquinas. Para ello, es preciso cortar los suministros energéticos y eliminar todo tipo de energía que puedan tener almacenada (eléctrica, térmica, mecánica, gravitatoria, presión…) además de bloquear los accionamientos necesarios para restituir dichos suministros e informar al resto de personas de la operación que se está realizando. Los cuatro pasos básicos de la consignación son:
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- Identificación de todas las fuentes de energía de la instalación o equipo.
- Aislamiento de las fuentes de energía identificadas.
- Bloqueo e identificación de las fuentes de energía aisladas.
- Verificación de que el aislamiento y el bloqueo han sido efectivos.
De esta manera, estos procedimientos ayudan a reducir la probabilidad de sufrir accidentes durante las operaciones de mantenimiento y limpieza (hecho que encuentra una gran acogida por parte de los trabajadores frente a otro tipo de procedimientos que encuentran exclusivamente como “burocráticos”) ya que las máquinas no presentan energías peligrosas y no se pueden poner en marcha de manera intempestiva ni de manera manual por la actuación de cualquier persona que no sepa por qué está parada.
Hay que matizar que nos podemos encontrar con el uso del acrónimo LOTO (Lock Out- Tag Out) para haciendo referencia a la consignación. Es habitual el uso indistinto de ambos términos, la diferencia es que uno es un término puramente español y el otro es americano.